.
«Un halo de noble complejidad aromática. Un vino de hadas».
Atrae por su inconfundible amalgama de aromas donde se mezclan las frutas tropicales con las notas cítricas y vegetales. Un Sauvignon Blanc que demuestra atrevimiento.
Destaca su color amarillo verdoso brillante y cristalino. Sus aromas deliciosos y varietales, en una nariz franca y muy compleja -piña, fruta de la pasión, pomelo y boj- se refuerzan en una boca tremendamente untuosa. La crianza sobre lías finas en depósito durante 4 meses ahonda en estas sensaciones de untuosidad y suavidad en boca.
Vino con buena acidez, frescura y salinidad.
Vino Ecológico y de mínima intervención. Filosofía Natural.
Producción 2.700 botellas
Color amarillo pajizo. Aroma intenso, limpio y fresco, marcado por frutas blancas (melocotón y piña) con un transfondo de lima. Untuoso, glicérico, con una magnífica acidez que constituye su perfecta columna vertebral. Chardonnay y Sauvignon blanc.
Buen equilibrio alcohol-acidez, con persistencia media-alta que se recuerda con el tiempo.
Una agradable sensación de frescura y un final limpio, largo y persistente.
Edición Limitada de 5.000 botellas.
Un blanco fresco, untuoso, con recuerdos de fruta blanca madura y frutas exóticas. Agricultura respetuosa.
Vino blanco elaborado con uvas de la variedad verdejo recogidas de viñedos con una edad promedio de 20 años situado en la región de Valladolid. Pálido, amarillo verdoso, limpio y brillante. Potente y muy afrutado en nariz. En el paladar es fresco y equilibrado con un final largo.
Quién iba a decir que a partir de la mezcla entre Chardonnay y Riesling se obtenía un vino tan fresco y suave. Apto para refrescarse en cualquier momento del día.
Selva Vins es el proyecto personal del veterano viticultor mallorquín Carlos Rodríguez Furthmann. Pequeña bodega ubicada en la Sierra Norte Mallorquina con elaboraciones muy artesanales, con la mínima manipulación posible a los vinos y priorizando las variedades autóctonas.
Selva Vins fue la primera bodega de las islas en sacar al mercado vinos naturales y de mínima intervención con variedades autóctonas, como el primer ancestral (pet-nat) isleño, el primer clarete, uso de barricas de castaño, o monovarietales de uvas autóctonas con fermentación espontánea, entre otras elaboraciones novedosas en ese momento en su tierra natal.
Vino de mínima intervención.