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Destaca por su frescura y finura.
Su identidad: “Cuidamos la uva, elaborando VINOS DE MÍNIMA INTERVENCIÓN, evitando procesos agresivos, para mantener intacta la identidad aromática de nuestra uva.
Vino Natural que procede de un único viñedo plantado en 1932 en Peñafiel. Dominado por la Tinto fino y con un aporte de otras uvas tintas y blancas como Albillo, Moscatel o Palomino.
El resultado es un vino fiel expresión de su vendimia, las variedades con las que está elaborado y el terruño de procedencia. Estructurado, tánico y sabroso.
Un vino blanco criado sobre lías y con 3 meses de barrica. Es un vino fresco, goloso con ligeros aromas a barrica.
Con personalidad, poco intervencionista, notas de levadura y sutiles tonos amargos.
La Bruixa es un vino blanco ecológico elaborado por la bodega Vins de la Memòria con las variedades macabeo y garnacha blanca dentro de la D.O. Terra Alta.
Producción: 3.280 botellas
Representa la frescura, el lado más salvaje de la variedad Verdejo. La uva procede de distintas parcelas con suelos arcillo – calcáreos y cantos rodados de la zona de Rueda, que se elaboran por separado. Las cepas tienen entre 20 y 25 años de edad. Aromas a hierba fresca, mineralidad y viveza.
Can Sumoi Xarel·lo nos ofrece la expresión más sincera de la variedad catalana, mostrándonos el frescor de un mediterráneo de altura.
Vino Natural.
Vino blanco elaborado con la variedad autóctona Malvasía de Banyalbufar (plantada en Consell).
Producción 1.400 botellas.
Vino Rosado Natural con crianza.
Un vino aromático, sabroso y fresco. Nariz compleja, con aromas a fruta blanca madura, manzana horneada, membrillo. En boca es ágil y muy dinámico.
Producción 3.000 botellas.
Selva Vins es el proyecto personal del veterano viticultor mallorquín Carlos Rodríguez Furthmann. Pequeña bodega ubicada en la Sierra Norte Mallorquina con elaboraciones muy artesanales, con la mínima manipulación posible a los vinos y priorizando las variedades autóctonas.
Selva Vins fue la primera bodega de las islas en sacar al mercado vinos naturales y de mínima intervención con variedades autóctonas, como el primer ancestral (pet-nat) isleño, el primer clarete, uso de barricas de castaño, o monovarietales de uvas autóctonas con fermentación espontánea, entre otras elaboraciones novedosas en ese momento en su tierra natal.
Vino de mínima intervención.