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Limpio y brillante este joven tinto ofrece al paladar fruta, frescura y ligeras notas balsámicas.
De trago fácil y con un final fresco y limpio propios de los vinos procedentes de esta cosecha.
Equilibrado, fresco, agradable y con un marcado carácter afrutado de mora.
Frutos rojos especiados con toques de vainilla y cacao, y ligeras notas piracínicas para una boca golosa, fresca, larga y persistente.
A Toni Sureda le llaman Toni de Son Vell. Es payés, como su padre, Guillem, y como lo fue su abuelo. Que las cosas no cambien puede ser un buen síntoma.
Vino elegante, muy aromático y equilibrado entre juventud y crianza.
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