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Con una crianza de 6 meses en roble francés este tinto tiene aromas a fruta roja madura y notas animales. A medida que el vino se va abriendo gana matices y aromas. Muy agradable en boca.
En palabras de la propia bodega Arzuaga Navarro es el buque insignia de la casa. Arzuaga Crianza nace de los viñedos más selectos, algunos de ellos centenarios, que la firma posee en Valladolid y Burgos. De perfil elegante, fino y sutil, esta añada regala al paladar sensaciones suaves y melosas que persisten en el tiempo.
El Reserva de Arzuaga, que proviene de las cepas más antiguas de la bodega, es un vino sabroso, untuoso y elegante con un fino equilibrio y un aroma lleno de matices frutales, cualidades que lo convierten en el perfecto acompañante de platos contundentes.
Cuvée de variedades internacionales excelentemente equilibrada, aromas de frutos negros, pimienta y notas tostadas de caramelo, con un potencial de guarda muy pronunciado
Producción 4.999 botellas
Es un vino elaborado por la bodega 9+ situado en el pequeño pueblecito de La Nou de Gaià, dentro de la DO Tarragona, a partir de viñedos propios ecológicos de bajo rendimiento.
Su identidad: “Cuidamos la uva, elaborando VINOS DE MÍNIMA INTERVENCIÓN, evitando procesos agresivos, para mantener intacta la identidad aromática de nuestra uva.
Un vino de autor para saborear y dejar que se exprese.
Su identidad: “Cuidamos la uva, elaborando VINOS DE MÍNIMA INTERVENCIÓN, evitando procesos agresivos, para mantener intacta la identidad aromática de nuestra uva.
Marc y Adrià son dos primos unidos por una misma pasión: la elaboración de vinos. ‘L’INCONSCIENT’ representa una etapa de la vida donde todo es jugar sin preocupaciones: inocencia y felicidad.
A Toni Sureda le llaman Toni de Son Vell. Es payés, como su padre, Guillem, y como lo fue su abuelo. Que las cosas no cambien puede ser un buen síntoma.
Complejo, elegante, con tanino pulido y buena acidez. RCP insuperable.
Marc y Adrià son dos primos unidos por una misma pasión: la elaboración de vinos. ‘L’INCONSCIENT’ representa una etapa de la vida donde todo es jugar sin preocupaciones: inocencia y felicidad. Este vino tinto con 12 meses en barrica es una extraordinaria ocasión para afianzar o recuperar relaciones familiares.
Vino equilibrado y muy frutal. Retronasal muy personal e impoluta, con notas de fruta y agradables recuerdos de tierra húmeda.