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Vino pét-nat de Escursac y Fogoneu. Filosofía natural, método ancestral.
Fresco y afrutado.
Producción 1.800 botellas.
Vino pét-nat de Giró y Premsal. Filosofía natural, método ancestral.
Fresco y afrutado.
Producción 1.800 botellas.
Limpio, brillante. Intenso color púrpura con tonalidad rubí. Buena intensidad aromática con notas de madera, ensamblada con elegantes notas fruta fresca, como a frutos negros. Fresco y equilibrado en boca. Redondo y elegante final.
Selva Vins es el proyecto personal del veterano viticultor mallorquín Carlos Rodríguez Furthmann. Pequeña bodega ubicada en la Sierra Norte Mallorquina con elaboraciones muy artesanales, con la mínima manipulación posible a los vinos y priorizando las variedades autóctonas.
Selva Vins fue la primera bodega de las islas en sacar al mercado vinos naturales y de mínima intervención con variedades autóctonas, como el primer ancestral (pet-nat) isleño, el primer clarete, uso de barricas de castaño, o monovarietales de uvas autóctonas con fermentación espontánea, entre otras elaboraciones novedosas en ese momento en su tierra natal.
Vino Natural.
Nosso huele a primer día de vendimia y a tierra húmeda. Al amanecer en la meseta castellana, cuando la tierra húmeda nos recuerda a la infancia. Recuerda a la miel de las abejas, a zumo de uva, a natural.
Vino elegante, muy aromático y equilibrado entre juventud y crianza.
Es un vino de Toro que refleja el carácter frutal de la variedad Tinta de Toro, ideal para acompañar platos de carne.
Dehesa de Valquejigoso 2012 es un coupage de siete variedades seleccionadas de 28 parcelas del viñedo, en el que en cada añada se busca hacer el mejor de los vinos. La Cabernet sauvignon y la Tempranillo en mayor proporción; la Syrah y Petit Verdot aportando frescura y finalmente las minoritarias Negral, Merlot y Graciano añadiendo personalidad distintiva al vino resultante.
Vino blanco monovarietal de Sauvignon Blanc. Una fresca expresión de la DO Jumilla que sorprende.
Elaborado con uvas de grano pequeño y redondo, este vino blanco, suave y aromático, se convierte en la máxima expresión de las variedades Chardonnay y Moscatel de Alejandría. La cruz en su etiqueta nos recuerda, una vez más, el trabajo de los antiguos viticultores que marcaban así las barricas para distinguirlas. Elegante y carnoso, este vino es la opción ideal para disfrutar a diario.
Perfumado en el paladar, de buena estructura y equilibrio, acidez y con un final muy largo que le da una gran personalidad, notándose la mineralidad.