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Con una crianza de 6 meses en roble francés este tinto tiene aromas a fruta roja madura y notas animales. A medida que el vino se va abriendo gana matices y aromas. Muy agradable en boca.
Un vino de autor para saborear y dejar que se exprese.
Su identidad: “Cuidamos la uva, elaborando VINOS DE MÍNIMA INTERVENCIÓN, evitando procesos agresivos, para mantener intacta la identidad aromática de nuestra uva.
El nuevo proyecto de la familia. Un vino sin sulfitos añadidos, vino natural.
Un vino elegante, donde se deja ver una materia prima de gran calidad y un punto óptimo de madurez.
Vino potente, balsámico, maduro, untuoso y carnoso, cumpliendo con las señas de identidad de los vinos elaborados a partir de la variedad Monastrell de los viejos viñedos asentados en El Sequé.
Este monovarietal de callet, uva autóctona de las Islas Baleares, se obtiene a partir de racimos seleccionados manualmente provenientes de cepas cultivadas según principios de mínima intervención. Ligero, agradable y envolvente con una acidez marcada, final persistente. Es una delicia. 12% .
96+ Parker
Este monovarietal de callet, uva autóctona de las Islas Baleares, se obtiene a partir de racimos seleccionados manualmente provenientes de cepas cultivadas según principios de mínima intervención. Ligero, agradable y con buena acidez. Ecológico.
Ataque en boca cálido, de carácter muy mediterráneo, que da lugar a un paso firme, de presente tanino y media estructura. Buen equilibrio, sabroso y aún por pulir y desarrollar su plena expresión.
Es un vino de autor, elaborado como se hacía antes, con pasión y emoción, atreviéndose a llevar la enología al límite donde hoy solo llegan los artesanos, allá donde se encuentra la máxima expresión.
Elaborado con la variedad autóctona Callet bajo cultivo ecológico y siguiendo pautas biodinámicas.
94+ puntos Parker (Luis Gutiérrez).
Vino tinto jugoso con una expresiva nariz de frutas rojas y negras maduras, notas minerales y de madera y un fondo herbáceo. En boca tiene una entrada suave, un paso agradable y ligero con notas frutales y una acidez muy bien integrada. El final es largo y con toques minerales. 97/100 Parker
Picaro de Aguila procede de viñas viejas de La Aguilera, situadas a una altitud de unos 860 metros sobre el nivel del mar. Los suelos son de arcillas rojas con guijarros y se localizan en laderas orientadas al norte, mirando al valle del río Gromejón. Aunque está dominado por la Tempranillo, este vino cuenta también con otras variedades tintas y blancas más como la Garnacha, la Bobal y la Tempranillo gris. Todas ellas son vinificadas de manera conjunta para lograr una expresión más fiel de sus terrruños de origen. El resultado es un tinto sabroso, especiado y con buena acidez.